27.1.06
Σ
ninguna más agradecida
ninguna me ha dado más
pero hay veces
que uno toma las cosas por sentado
la costumbre me llevó al error
y te perdí
han sido días de indecible angustia
olvidé el buen dormir
el apetito
hubieron noches de sudores y vueltas
dolores nada inmerecidos
la desazón como una estaca clavada en la garganta
otros me aseguraron tu pérdida
pero has vuelto
y lo mejor de todo
es que yo
y nadie más que yo
te trajo de vuelta
las noches blancas
en noches como ésta
mi boca se estallaba en la tuya
jugabas con ésta
y yo te chupaba hasta partirme los labios
después nos revolvíamos
el otro con el uno
yo te contenía
era tu madriguera
mi zurda entre tu escote
tus manos alrededor de ella
y te acariciaba el pelo
hasta que te quedabas dormida
mientras yo pensaba en lo dichoso que era
nuestras noches siempre fueron buenas
fueron los días los que se cagaron en todo
24.1.06
La última mano
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A la memoria de Abelard Sims
Voy a morir. Me empezó en la rodilla, un día que estaba mejengueando me traqueó rarísimo y me comenzó a doler. Me revisaron, tenía un tumor. Me tuvieron que cortar la pierna y darme quimioterapia, se me cayó el pelo y vomité mucho. Berny me decía que fumara marihuana, que eso aliviaba todos los efectos secundarios de la quimio. Yo no quise. Lo hubiera hecho. El tumor me hizo metástasis y pronto lo tuve en los pulmones y pronto en la espina. Los dolores me empezaron a despertar por todo el cuerpo y se hacían más ácidos; ahí fue cuando me dijeron que me voy a morir. Me dieron morfina y no me acuerdo de esos días, pero ya ni eso me deja medio dormir: el dolor me conserva despierto pero atontado; el dolor es un eco, un reflejo de lo que sería si no tuviera la morfina. Me muevo como un molusco torpe y pegajoso, pero me mantengo atento, incluso puedo oír las conversaciones preocupadas que se dan fuera de mi cuarto.
Mis amigos me sacaban cuando no estaba tan mal. Me llevaban a pasear y a las casas de ellos, una vez tomamos cerveza y yo me emborraché en mi silla de ruedas. Hace tiempo no la uso, hace tiempo estoy varado aquí como un barco herrumbrado, hediondo de mortandad y de húmedo. En la casa de Berny fue que vi el video. Seal, ése es el nombre. Significa foca, debe ser por la piel negra y lustrosa que tiene. Prayer for the dying, así se llama la pieza. En el video sale Seal en un cuarto blanco, parece un ave negra en medio de un charco de leche. Mis amigos me regalaron el disco. Yo me la sé y la traduje, quería aprender a tocarla en guitarra pero ya estaba débil.
Hace tiempo decidí cuál era mi última voluntad. Quiero ver cantar a Seal, quiero verlo cantar Prayer for the dying. Mis papás lo tomaron en serio y han mandado cartas, hablado con gente del gobierno y llamado al agente de Seal, pero no hay éxito. Le contaron mi historia y no le piden que nos lleve allá sino que él venga y me visite. No lo logran localizar, está de gira o de vacaciones, no se sabe. Yo les digo que quiero que me cante mi canción. Sólo eso, no quiero su autógrafo ni que me de plata, de qué me van a servir, yo sólo quiero que Seal me cante mi canción y luego morirme. Porque sí, ya quiero morirme y me merezco el cielo por todo lo que me ha dolido. O la nada, como dice Berny, cuando le conté de que tenía miedo de irme al infierno por haber maldecido tanto durante esto. Pero es tan jodido.
Parece que no va a venir y ya ésta es mi última noche. Por la mañana me sentí extrañamente bien, pero ya por la tarde los dolores se volvieron insoportables. Tuve que gritar porque ya no aguantaba y mis papás y mis hermanos ya no se ocultaban para llorar. Vino el doctor y les dijo que hoy me muero, no lo oí pero lo sé, porque empezaron a llegar carros y vinieron mis tíos y mis primos y mis abuelas; vino Berny y otros amigos y compañeros del cole. Creo que ya es de noche, porque parece que me dormí agotado. Ya apenas si siento algo, lo que no deja de ser bueno. Me siento seco y el aire es como espeso porque todo se ve borroso. Ya me voy, lo cual no deja de ser bueno. Viví pocos años y hay muchas cosas que no conocí, lugares que no visité. A veces pienso que hubiera sido bueno haber hecho el amor. Pero eso no importa ahora.
Algo pasa. Vino otro carro y hay mucha bulla afuera. La puerta de mi cuarto está abierta y lo oigo todo, la puerta abierta es como un rectángulo de luz. Mamá vino y me está diciendo algo que no entiendo. En el rectángulo de luz habían varias personas que forman una sola masa, pero se han apartado y veo una sola silueta que se me hace familiar. La silueta se acerca. Es Seal, ha venido. Lleva una gabardina de cuero muy bonita. Lo veo y es tan hermoso y tan feo. Se ha sentado en la cama, me ha hablado pero no le entiendo, me toma de las manos y las de él están tibias. Me está cantando mi canción, Prayer for the diying, la oración por los que mueren. Está llorando mientras me canta y las lágrimas en su cara brillan y se ven tan hermosas. Me estoy yendo; gracias, Seal, yo sabía que vos ibas a venir y me ibas a cantar mi canción, vos ibas a ser la mano que me iba a abrir la puerta. No quisiera irme, pero al menos él me sostiene la mano y me canta, me lleva para el otro lado.
23.1.06
proposición
trozo
perfume
tesoro
todo esto sos del cielo
y te propongo un trato
no hablemos
veámonos en rincones ocultos
detrás de las puertas
nada hay que decir
que nuestras bocas hablen
pero no palabras
sino ese antiguo lenguaje
de tu lengua hundida en mi garganta
vení por mis noches
te brincás la tapia
o te metés por la ventana
(yo la dejaré abierta)
colate en mi cama como un pernicioso sueño
dejame cumplirte mis promesas
con las manos
con los dientes
con esto que te toca
no hablemos
que sean tu piel y la mía
las que se enfrasquen en una discusión
violentamente dulce
dame tu olvido
acordate de mí
sólo de vez en cuando
yo viviré otras vidas
pero si me recordás
yo te recordaré
cuando volvás a mí
como las cosas crueles
y cuando pensés en mí
distraída
no me tengas piedad
yo me escurriré a la montaña
por donde nadie pasa
y tallaré tu nombre
y el mío
en un musgoso tronco
no muy cerca ni muy lejos
el uno del otro
espécimen #83
no soy nada
soy una hoja en blanco
un lienzo vacío
un montón de arcilla tirado en un rincón
sólo cuando me pierdo
dentro de alguien
me encuentro a mí mismo
chupo
absorbo
me convierto en lo que es
aquella en que me pierdo
hoy soy algo
mañana soy lo opuesto
depende de quien me tenga
depende de quien está
y a pesar de lo que es
lo prefiero a estar solo
que es cuando
carezco de esencia
no soy nada
soy una hoja en blanco
un lienzo vacío
un montón de arcilla tirado en un rincón
y lo que no es
qué valor puede tener
es mejor ser cualquier cosa
Vivo en el Quartier latin
Quería ver el mundo y terminé siendo un indigente en una patria extraña que no tiene compasión y no hay nadie de quien pueda esperar alguna ayuda. El mío es un cuartucho que le alquilo a una vieja loca que vive con gatos en un amplio segundo piso y que por dicha sólo se aparece a cobrar el alquiler mientras sostiene largos diálogos con el gato de turno que trae abrazado. El lugar parece que fue una bodega estrecha, está construido en una madera vieja constantemente mascada por los insectos. Contra una pared está mi mullido colchón de paja, rodeado de mis cuadernos y algunas ediciones baratas de autores franceses. En una silla está mi escasa ropa, junto al estropeado sartén eléctrico que utilizo para cocinar. El paisaje lo completan varias botellas de vino vacías en un rincón.
Trabajo pintando casas, botando escombros y el hurto no me ha sido extraño. Traté de seguir el consejo de Cornell y encontrar trabajo en un restaurante para no padecer hambre, sin embargo, un treintañero sin experiencia tiene poca oportunidad aquí en la cuna de la gastronomía occidental. Bebo en exceso. Hay vino barato y yo me aturdo para no sentir mi miseria. Bebo con franceses pobres, locos, alcohólicos y de vez cuando con putas a las que no logro engatusar y a veces alterno con ecuatorianos, para aliviar un poco la nostalgia por mi tierra. Estoy atrapado sin remedio: juntar el dinero para volver en mis condiciones es una tarea propia de semidioses y yo soy sólo un hombre. De por sí, allá no me espera nada ni nadie y lo mismo que hago aquí lo haría allá y para caer muerto en cualquier caño no se necesita estar en la patria de uno.
Ayer en la tarde vagaba por las orillas del Sena, respirando el aire veraniego sin remedio, luego de una ardua semana sin trabajo. Encontré a uno de los ecuatorianos que me invitó a acompañarlo a él y otros a beber. Fuimos al apartamento que comparte con otros seis tipos, dos mujeres y unos chiquillos. Nos encerramos en una de las dos habitaciones y entre cuatro vaciamos varias botellas de vino de ingrato sabor. Me encontraba especialmente susceptible ese día, tardé en emborracharme pero cuando lo logré lo hice a lo grande. Quedé atontado, recostado contra la pared y escuchándolos hablar trivialidades. Al anochecer, pedí más vino y me dijeron que se había acabado y eso me provocó una explosión de rabia. Me levanté torpemente, agarré las botellas vacías y las estrellé contra la pared una a una, gritando:
—¡Maldita sea esta vida de mierda, esta existencia de basura! ¡Me cago en Francia, en este vino asqueroso y en ustedes, hijos de la gran puta! ¡¿De qué me sirvió venirme acá?! ¡¿Para darme cuenta de que el mundo es un estercolero y nosotros las moscas que se alimentan de la mierda?! ¡Me cago y me recago y tiro la mierda contra todos ustedes, montón de payasos! ¡Muéranse, muéranse malditos! ¡Y yo soy el peor, el peor hijo de mi puta madre de todos! ¡Grandísimo idiota! ¡Estoy harto de esta picha!—
Holga decir que me cargaron a la salida y dudo de otra invitación. Consecuentes, me arrojaron a un callejón atestado de basura, lo cual no fue inconveniente para pasar la noche ahí.
Son las siete de la mañana y amanecí con el pantalón chorreado de excremento líquido. La cabeza me late en conjunto con el corazón y cada latido es un latigazo de dolor ácido que me baja a la lengua con una terrible sensación de asco. En las ventanas me veo exactamente como me siento. Apago mi sed en una fuente, la gente se me aparta asqueada y un par de gendarmes no me ven con cara amistosa. Tengo que apurarme. Me lavo la cara, el agua helada es una serie de cachetadas que me hacen verme en la superficie vacilante del estanque artificial. Leo lo que está escrito en mis ojos reventados en sangre a causa de las vomitadas:
—Estoy arruinando mi vida.—
22.1.06
lust for life
quién necesita excusas
para pararse alto
y escupirle al mundo
para correr por las calles
cargando lo robado
y por las tardes escurrirse en camas ajenas
y profanar todos los sacramentos
no necesito explicar
que mis acciones
van más allá de lo razonable
mis palabras son sombras
que me revolotean alrededor
y hay miseria
y desesperación
y crujir de dientes
pero eso no es todo
es parte
no todo
está el éxtasis
tomar lo que se quiere
sin permiso
o perdón
tomar a la vida por el pelo
y gozarla
en un rincón cladestino
sin condón
darle como pago una bofetada
y reírse en su cara
ella se vengará
y será terrible
pero ese día no llega aún
todavía aguanta más afrentas
así le he de pagar
en cuotas
por mi final
que cuando llegue
será porque fue anhelado
y será muy bienvenido
porque el camino a él será largo
pero yo me he abierto paso
y como llegue así me iré
quien no tuvo más amo que su oscuro corazón
no tiene nada de que arrepentirse
y es mejor quemarse que desvanecerse
Entrega a domicilio (Diálogo platónico)
(Se abre la puerta.)
—Buenas, señor. ¿Qué se le ofrece?—
—Ah, vengo a derramármele adentro, señora.—
—Ah, cómo no, pase usted.—
(Silencio breve.)
—¿Aquí está bien, señor?—
—Claro.—
—Bueno, aquí está mi culo, sírvase.—
(Intento deliberado.)
—Señora, ¿está bien así, de medio lado?—
—Sí, sí.—
(Veinte minutos después.)
—Ah, señor, muchas gracias, ¿cuándo pasa otra vez?—
—Seguro la próxima semana.—
—Bueno, que Dios lo acompañe.—
—Igualmente, señora, que pase buena tarde.—
(Suspiro. Se cierra la puerta.)
conmemoro la muerte de mi otro yo
otro yo
era un poco
como soy ahora
era como la promesa
de lo que soy
y por un tiempo fue bueno
pero algo pasó
algo desagradable
y aunque no era su culpa
tenía que morir
lo maté sin miramientos
hoy es apenas un nombre sin nada atrás
otro yo
esto que soy ahora es mi homenaje a vos
reina tranquilo sobre todos mis muertos
que tu existencia no fue en vano
y sos recordado
Epifanía en un bar
(Mae, si usted le da click aquí abajo donde dice NADA, puede poner un comentario. Si quiere.)
pasaporte
lo llevo a mi sien
jalo el gatillo
el escupitajo de plomo me cruza el cerebro
como una idea inoportuna
sangro profusamente
vuelco la cabeza sobre el cuaderno
la sangre chorrea sobre las virginales hojas
y engendra monstruosos artificios
los perros siguen ladrando
pronto han de parar
lo sé
he de continuar
este camino que sólo yo puedo andar
a veces
sólo a veces
vuelvo la mirada atrás
juguemos serpientes y escaleras
(la última línea la escribí en la Villa, viejo amigo
al igual que el siguiente post
y usted fue testigo)
20.1.06
encargo
y azótame
vamos
excítame
hazlo
desdéñame
trátame como si no me quisieras
sé insidosa y cruel
como cuando nos revolcamos en el jardín
por donde nadie pasa
oblígame a esforzarme
a sentir que te pierdo
y que no puedo alcanzarte
(de vez en cuando
ténme piedad
y dame un beso breve)
crónica del manco
árboles de largas raíces
mangles que escupen sal por las hojas
y sus raíces sorbiendo mis noches de sangre
ya de vos no queda nada
y el dolor
camino la montaña
me arrojo desnudo
al agua helada
deseo arder de frío
secarme por el frío
matarme los nervios
dejar de sentir
ya de vos no queda nada
y el dolor
cojo y vomito
un desvarío de boca en boca
un desvalido cruel
fuerte en las penumbras
rompiendo ventanas con las manos
clavando lanzas en los patios
sintiendo todo el peso de tu ausencia
de un extremo mi cabeza y del otro una piedra
(indistinguibles)
el río de ancho abrazo aguardando
ya de vos no queda nada
y el dolor
Manifiesto al ritmo de la carne quemada
Forcemos nuestras vidas a pedazos y tirémoslos a un estercolero, recitando versos de Frost en voz alta; hagamos una pira y roguemos por el fuego, llevemos las cabezas cortadas, eso sí. Nos darán la chispa adecuada y agradeceremos las flamas que se levantarán en un remolino como de tristeza, furia y desesperanza, pegajoso y necio. No sabremos su origen, pero demos gracias que no lo podemos señalar con el dedo y aplastarlo con el pie: juguemos, juguemos con el fuego y quemémonos, ardamos hasta la ubicuidad.
¿Sos vos, águila hermosa, tus garras clavadas en mi aorta?
¿Sos vos, madre, y todos nuestros asuntos sin concluir?
¿Serán todas las luces rojas en la calle, que nos apuntan con veredictos y nosotros con oídos majaderos que se empeñan en prestar atención?
¿Será nuestro descomunal defecto, esa voluntad lánguida, esa pereza que nos pasa la factura?
Siempre hemos luchado con nosotros mismos. ¿Adivinen quiénes ganarán? No importa quienes: igual ganaremos y saldremos perdiendo.
escrito entre servilletas y vómito
schatz
y el dolor
son las larvas de tu rencor
y mi despecho
enterradas en mi torso
cebándose en mis negras entrañas
es el sabor de tu carne
arrebatado de mi boca
y mis noches hierven
ya de vos no queda nada
schatz
y todo el dolor que me diste
te dejé
corté por lo sano
me rebané en muchos pedazos
abjurando de la única felicidad que he conocido
esta derrota de ausencia
es larga como los besos que me dabas
cuando me querías
largos besos que estiraban las horas
abrazándote
tenía algo de eternidad en un instante
encerrada en mi mano
ya de vos no queda nada
más que tu nombre
schatz
una tristeza que no se acaba
y el eco de unas palabras
que nadie más que vos
me ha dicho
l'homme des étoiles
este polvo que me forma
esta materia que es mi carne
era carne de galaxias
galaxias que nacieron
y se extinguieron
en un sordo rumor en el inmenso vacío
los trozos de cadáveres estelares
cayeron como confetti a la tierra
heme aquí
esta carne que antes surcaba
el espacio ardiente
ahora arde mientras surca
la triste y breve realidad
de este mundo mundano
muera yo con la tierra
que el sol nos devore
con su enorme hocico de supernova
y vuelva yo a mi hogar
allá a lo alto
al regazo de Nut
al vacío
y a mis hermanas las estrellas
14.1.06
Lima, 2099
Su precio será accesible para la mayoría de la población terrícola; habrán también modelos con características especiales o extras para las altas castas. Además, para los de gusto diverso habrán también Bambres y especies particulares de animales.
13.1.06
Bajo las mismas estrellas, redux
El primer humano alza su mirada y contempla la noche estrellada, refulgente en la total oscuridad del principio del tiempo. Se duerme y sueña.
El último hombre mira las mismas estrellas que su antepasado, rodeado de las sombras del final de la historia. Se acuesta a dormir y tiene el mismo sueño que aquél.
Algo viejo
despierto
como lenguas heladas se me untan en la piel
vos has sido la única
schatz
la única que me dijo
eso que no me han dicho
nadie
nunca
me has dejado
hemofílico
sos un tajo que sigue sangrando
y no mata
mi sangre cubre el piso
todo está roto y baila a mi alrededor
12.1.06
Bajo las mismas estrellas (Versión extendida)
—No quiero morir.—
No soportó más el estar bajo tierra, a pesar de que el aire era igual de ralo en el exterior. Era de noche, noche diáfana y callada. Las estrellas eran sumamente visibles y su luz volvía todo lo que tocaba en algo azulado y frío.
El hombre agoniza. Por largo tiempo resistió, combatió lo inevitable en una lucha absurda por mantenerse vivo, pero ya había cruzado el punto donde sabía que iba a morir y no había nada que pudiera hacer para evitarlo.
—No es justo.—
Sabía que moriría esa misma noche. Por la mañana se había sentido inusualmente mejor, lo cual no dejaba de ser extraño en una larga y perezosa agonía que no parecía admitir mejoría. Luego supo que había sido apenas una tregua antes del asalto final. Los dolores volvieron en tropel y con lo último de sus energías se arrojó a la noche, dejando su guarida por última vez.
—Es muy pronto. Tanto quedó por hacer.—
Se acostó en el musgoso y humedamente frío piso de concreto. Miró las estrellas como nunca las había visto, con sus ojos de irresolvible condenado.
—Ahí han estado desde que se alzó el primero de nosotros y ahí seguirán después de que yo me vaya.—
Pensó en el primer humano, en la primera noche del primer humano que tal vez había sido parecida a ésta, diáfana y muda y a la vez tan distinta. Pensó que ese ser vio las mismas estrellas y no pudo imaginar su asombro. Seguramente lo habían fascinado, quizá de alguna manera supo que las estrellas durarían más que toda su descendencia, aunque ésta sumara más que la suma de todos los granos de arena de todos los mares. La humanidad siempre lo supo y ahora el último hombre lo comprobaba. Quiso desear seguir viviendo y quiso pensar que si lo deseaba con suficiente convicción algo podría pasar, algo bueno. Pero ya estaba muy cansado.
—Sólo hay algo que quiero.—
Intentó una mueca de risa al preguntarse por qué desvariaba en voz alta y se consoló al calificarlo de un privilegio de moribundos. Los ojos se le velaron y el sueño lo permeó como un humo espeso. Se durmió y antes de morir, soñó. Tuvo el mismo sueño que su remotísimo antepasado, aquél que el primer ser humano tuvo en su primera noche y sus estrellas.
11.1.06
negado renacer
ese corazón que te latía
hermoso y afilado
exótico vidrio hermoso y afilado
yo lo tomé
con mis manos desnudas
y lo estrujé
las ávidas astillas me han desgraciado las manos
y ahora todo lo que toco se vuelve pedazos
tu recuerdo es una ponzoña
una sombra ingrata
que me cubre y me niega
me llena de emociones amargas e inservibles
no hay remedio
nada que resolver
ni uno ni lo otro
sino languidecer
hasta que mueran mis manos
mueran las astillas de tu corazón
y muera yo
para poder finalmente renacer de nuevo
Reporte desde la móvil área
9.1.06
qué si qué
atravesó con la mano el parlante
me la hundió en el pecho
y tocó guitarra
con mis coronarias
la güila de goldfrapp
estaba a la par mía
y me metía la lengua en el oído
y me acariciaba suavemente
como algo delicado y perverso
esta vara está buena
sexy beast
la voluptuosidad
todos los placeres de la carne
cerdo del rebaño de epicuro
yo predico
el valor del ocio
la utilidad del vicio
tal es mi tarea
para la que fui predispuesto
y he escogido
extravío mis sentidos
reniego del trabajo duro y sin sentido
de la enfermedad
y el hastío
quiero juego
quiero banquetes
y sexo
y vino
y la caña arómatica
mía es la risa histérica
el azote que calma
el llanto catártico
el orgasmo largamente contenido
soy un hedonista
un tardío romano
ara voluptia
soy un bacante
apasionado por las historias
y las peleas
me pierdo
me busco
y me encuentro
en la realidad que se dobla
enciendo mi pipa
me apresto a comer
(aplausos para el hombre perro)
y mi hermano me ha dejado una birra
reposando helada
pinta bien
hoy tendré suerte
y no dormiré solo
salud
mentira
podés meter la mano
tenerla ahí un instante
pero no podés mantenerla ahí por mucho
y sacás la mano
desfigurada
inválida de agonía
una quemada del peor grado
la cicatriz quedará
y el remanente del dolor
nadie puede aguantar mi amor
intentalo si querés
ámame
y desespera
8.1.06
Leído en La vorágine
sexus
¿no me han encontrado?
lucho conmigo mismo
¿alguien me ha vencido?
me pierdo en mí mismo
¿a quién más he perdido?
7.1.06
ella volvió
canto a mí mismo
si lo intentás
escalar una roca
y desde la cumbre
señalar con el dedo
y juzgar a los otros
arrojándoles condenas
acertarles en medio de las cejas
es tan fácil
conocer sólo un lado
y decidir por los otros
tatuarles etiquetas en la espalda
y ufanarse
y reírse sin nunca dar la cara
saberlo todo
es cuestión de intentarlo
hacelo, hacelo
aquí abajito
6.1.06
Para los visitantes indeseados
A usted, señora, se lo expliqué clara y decentemente desde la primera vez, pero parece que hay que hablarle de mala manera para que entienda. ¡Qué mal! Pero todo indica que ya captó, ojalá termine de entender. Pero si así lo desea, siga usando el nombre que le di y continúe aullándole a la luna, allá de quien le ponga atención. Tal vez sería mejor que le enseñe a su vástago mejores cosas que esa esquizofrenia de estar delgada. ¿Cuál es la próxima lección? ¿Vomitar para mantener la línea?
Al ojo del cielo, ¿quién putas lo metió? ¿Qué es? ¿Que no sabe que no hay que meterse entre dos personas que tuvieron algo? Váyase para la mierda, ande a predicar sus habladas de horóscopo a otro lado; puede ser en un parque, encima de un poyo y sermoneando a las palomas. Yo lo veo todo y lo sé todo: andá cagá. Ojalá tuviera su culo al alcance de mi pie.
Esto es lo último que diré al respecto, no quiero convertir este blog en un muestrario de enredos de telenovela. Aquí son nongratos. Si pudiera evitar que anduvieran por aquí, lo haría, pero en fin: sigan posando sus indeseables ojos sobre mis palabras, yo sé que la cuerda no les va a durar mucho. No se molesten en dejar sus desvaríos manchando mis posts, se irán más rápido de lo que puedan decir Suprimir comentario.
5.1.06
metafísica
es la desesperación
existimos porque sí
no hay razón
ni objetivo
sino un juego de probalidades
y simplemente
nos tocó
llegamos
y la vida ofrece tanto
y da tan poco
podemos escoger las ligerezas
pero lo esencial está escrito ya en nuestros huesos
por qué seguir
es la pregunta
por qué no una eutanasia generalizada
una renuncia masiva a la vida
por qué no
nadie lleva la cuenta
nada espera más allá de la muerte
más que la ansiada nada
para qué perseverar en algo
que no tiene sentido
que es absurdo
por qué
por qué no
él
no me ve
pero me agrede
no me habla
pero me viola
es como si tuviera sus manos
sus tenazas
en mi garganta
y no lo soporto
él se extiende
a través de la habitación
y me hace sentir enfermo
es un vómito de ojos
esparcido por las paredes
no me habla
no me ve
sólo está sentado ahí
no existe
pero me castiga
El peruanito que no era aseado (Disfruta la vida)
El peruanito no pareció comprender que yo le hablaba en serio. El día pasó y el baño seguía sucio. Tuve que pasar por la pena de arrastrarlo al baño, tirarle la parafernalia requerida y gritarle hasta que puso manos a la obra. Después llegó el casero y la policía, en fin, una escena bochornosa. Al día siguiente me fui de la casa, todo se realizó de acuerdo a mi plan: mi partida estaba decidida desde hacía rato y toda la cuestión del baño fue una de dos lecciones que le di al peruanito. Tiempo después tuve el placer de encontrármelo en la calle y aunque corrió, le di alcance y le di la segunda lección.
Estoy seguro que ahora el peruanito realmente disfruta el estar vivo.
Patética
No te pongás sobre el altar sangriento a clamar que te inmolen, yo lo que prometí lo cumplí porque no te prometí un futuro o te mentí diciéndote que te amaba: ni uno ni lo otro, te ofrecí un momento de abismo y te lo di, vos lo tomaste. No es mi culpa que vieras lo que nadie y yo menos que nadie, veía.
Luego te aprovechaste de mí y mi debilidad, usando un recurso tan triste como las llamadas mudas de madrugada te enteraste de cosas que no te conciernen ni tenés derecho a saber y no sabés cuánto te desprecio por eso. Pero te jugué, te jalé los hilos y te toqué como una música fácil y ya te cantaste, qué fácil fue.
No se cómo llegaste aquí y no me interesa. No sos bienvenida, no volvás. Tu presencia aquí es indeseable. Se terminó, echále tierra y olvido y podés andar publicando que soy un patán y un hijueputa. Es más, si querés podés decir que te pegué, que te robé, que te contagié la clamidia y me escupiste la cara, etc, etc, etc. Yo diré que es cierto. Pero haceme el favor de desaparecerte.
Lo único que me duele es verme obligado a ensuciar este espacio sacro. Pero al fin y al cabo, sigue siendo literatura.
tengo que ir más lejos
me estiro en estocadas
con o sin el humito
algo tengo que decir
registrar
tatuar sobre las pieles
y clavar en los cerebros
astillas
astillas que regalan la locura
y la voluptuosidad
la larga historia
el mundo
y todas ellas
este es mi oficio
el sacudidor
el profano
el adversario
he de errar
fatigar la tierra
y los mundos encuadernados
probar y padecer
y quedará
otros lo han de gozar
pero nadie como yo
nada más
tengo que ir más lejos
Exhortación
4.1.06
7
diré tu nombre por última vez
en voz alta
estate atenta
allá en tu distancia
tal vez vuelvas a sentir
la sombra del último beso
leni
no lo sé
no lo creo
quisiera romper el tiempo
poder mirarme en ese par de azules espejos
probar esos labios
que veo tan rojos a pesar de la distancia
el superior casi tan grueso como su hermano
besar ese pequeña hondonada
entre tu nariz y tu boca
regalarnos una noche
despertar y no hallarte
eso sí sería un recuerdo
de una mujer que fue más que la vida
Enero, 2006
Mi cubil debe de apestar a mí. Todo yo estoy untado en él, garabateado en las paredes, todas las partículas de materia en este lugar están imbuidas con mi esencia, mis sucesos grabados en el sutil éter de esta atmósfera. Sentado en mi silla destaratalada por el uso y abuso de posiciones corporales no acostumbradas para las sillas, he enfrentado el pequeño rectángulo blanco y vacío donde escribo las entradas de este blog con algo de angustia, por un momento me sentí afectado por ese pájaro fabuloso que es el bloqueo de los escritores, su sombra funesta sobre mí y yo, ay, sin ninguna Leonor para solucionarlo. Nevermore.
Pero las palabras han fluido y Leni vendrá en mi rescate pronto. El mes recientemente enterrado será recordado como el mes en que más he bebido, un mes de encuentros y desencuentros tan propios de mí. Sigo en la eterna búsqueda de respuestas, de lucha contra ese otro yo y su ejército de diablos y continúo teniendo la duda de cómo terminará todo. Sin hierba y sin mujer, qué mala combinación (excelente la contraria,) aburrido de masturbarme por necesidad fisiológica, ansioso de nuevas aventuras. Cada vez crece más la certudumbre de que tengo que ir a ver nuevos lugares y la duda de cómo putas lo voy a lograr siendo un honesto chonete. Quebrado como siempre, con planes a los que le haré la fuerza y ciertas tareas pendientes. Camino con el corazón deshecho debajo del brazo, sobreviví un cataclismo emocional y luego puedo presumir de haber sido vil. Los barcos del retorno son ceniza y mi noche triste está acabando, parece; ya vendrá el tiempo en que he de pastar en otras llanuras. En este momento no tengo ninguna particular atracción y no creo necesitarla, buen sexo sí. Lastimosamente, uno no puede tenerlo todo en la vida. Extraño la buena hierba y conseguirla ha sido toda una serie infructuosa de maniobras orquestales en la oscuridad, anhelo un dealer que se respete y me mantenga provisto. La realidad se encauza y pronto estaré corriendo de nuevo a mi lado para anticiparme, hay mucho qué hacer y creo que este año terminará mejor que el anterior, que con todo, no fue malo, arduo sí; será un hecho que terminaré más fuerte. Me apresto a un mes de vegetarianismo, una semana de verduras y frutas crudas y tres días de ayuno para limpiarme, sobre todo de diciembre y ojalá de ella. He juntado mis pedazos y me he armado, es extraño estar todo junto de nuevo y he de reaundar la marcha que se terminará el día que mi cadáver se hunda en el oceáno, donde prometí dormir mi último sueño. Estoy aburrido, algo hastiado y expectante, presto a la lucha y Dostoievski me espera y a él voy.
5
pronto he de coger hasta reventarme los riñones
esta realidad será abandonada a la fuerza
humo la biblia hambre parafernalia
el veneno ha sido puesto y pronto otra morirá
3.1.06
El monólogo y el espejo
indestructible
indestructible
ya nada me frena la mano
me voy a pelear con tu remanente
con los brochazos dichosos
indestructibles
ya voy a botar tus sobras
indestructible
amarte fue una pérdida de tiempo
una pésima inversión
yo no te amaba a vos
amaba la promesa de vos
la promesa de vos en el mañana
nunca me quisiste
a quien uno quiere
no le hace lo que me hiciste
y si me amaste
qué manera la tuya
estás de veras fregada
indestructible
pero te he de luchar
te he de afrentar
todo lo que pueda
y más allá
aunque sea una guerra que pierda
y me mate
me liberaré de tu mal hábito
me descontaminaré de vos
aunque tenga que destruirme
me he de tragar tu sombra
tu cuerpo de tinieblas y sangre
rodaré ardiente trabado en feroz lid
con tu remanente
indestructible
tu recuerdo
antes sacro
se me ha vuelto odioso
y hemos iniciado un duelo a muerte
uno de los dos simplemente tiene que irse
dejar de ser
indestructible
Una vez más, catarsis
Hubiera sido ingrato con vos y no hubiera podido sacárteme de encima; hubiera sido cruel y te hubiera tenido comiendo de mi mano. Debí gritarte más y sin justificación, llamarte por los peores nombres: zorra, puta maldita, loca de mierda, imbécil, princesita inútil, basura junkie, buena para nada, idiota, patas sucias, estúpida, hedionda, comemierda, cara de verga, pedazo de porquería humana inestable, etc. Debí haberte demostrado en la práctica ese propósito mío de que a mí nadie me pone la mano encima y devolverte los zapatazos, a ver si hubieras salido tan ufana. No sabés cuánto escupo el día en que naciste y tu nombre y como pienso en vos cuando cago.
Debí haberte matado y pegarme un tiro y que nuestra historia desastrosa llegara a donde pertenecía, en la portada de La Extra.
nunca cogí café
mamá sí
y mi hermano
y mi hermana
y papá murió joven en la bananera
siendo un güila
cuando aún no aguantaba el canasto
yo jugaba en el cafetal
mientras los otros trabajaban
hasta quebrarse el espinazo
juré que apenas creciera
saldría corriendo de la finca
para nunca volver
robé al mandador
y huí
montado en su moto
y hubo guaro
y mujeres de olor fuerte
tomé todo lo que la plata puede dar
lo tomamos todo mi revólver y yo
un sábado en la capital
un carajo me agarró de la camisa
y me gritó que volviera al canasto
y a la finca
ahí quedó estirado sobre el polvo
me agarraron rápido
así llegué a San Lucas
no puedo decir que estoy orgulloso
de lo que he hecho
pero nunca cogí café
como mi mamá
y mi hermano
y mi hermana
y papá murió joven en la bananera
espejismo
con el veneno
de la reciente mordida
hirviendo en mis venas
mis ojos se me escurrieron de las órbitas
y ya no veo el mundo de donde vine
ruedo por la arena
como si jugara
pongo los pies en el cielo
y le ruego a las dunas por agua
la luz se ha revertido
y todo se ve como en un pésimo recuerdo
oigo los chillidos de los insectos
oigo sus pasos enfilados hacia mis aberturas
corono una duna
con un sonoro vómito
saltando desde mi nariz
bebo mi vómito
me mantendrá vivo
me acurruco desnudo entre las piedras
durante algo que parece ser la noche
mi piel es una costra
prisión de resecas vísceras
y menguantes fluidos
amanece
el aire es agua estancada
clavo afanoso
mis labios destrozados
en los brillos
en la arena
camino sobre el agua
el agua estancada
mi cuerpo se ha roto
veo sus pedazos dispersos
aquí y allá
veo la tromba venir
el viento que me raspará
al olvido
mi carne seca flota en el agua estancada
hoy muero
en una mordida
por un desierto
yo vine aquí
yo me hundí los dientes en el corazón
yo me di mi veneno