30.12.05

Historieta

Me llamaste para ganarme. El fin de año había sido una ruina, hablando en términos económicos y de exceso, llevaba ya por lo menos dos semanas de fiesta sin parar, whisky y ganja todas las noches, días horribles de intensa sed y la sensación de haber sido apaleado. Por supuesto, la buena comida había acompañado el ride, no faltaba más: largas charlas, música, siempre alguna amistad con algo de mota e igual deseo de Johnny rojo, alguna vieja amiga con ganas de pasar una noche con un malo conocido. Estaba de bruces, sobre unas abundantes nalgas, apenas las dos de la mañana, bien ebrio y bien loco, el celular me sacó de una zona de inconciencia luego del polvo. Contesté, era vos, no podía ser otra.

Un llanto callado, jalada de mocos disimulada. ¡Qué tragedia! Siempre la misma cosa. Sigo la rutina:

—¿Qué pasó, schatzie?

No hay respuesta. Empiezo a hablar, incómodo, trayendo a mis labios palabras que no pronuncié en meses. Al fin, breve victoria, me hablás dificultosamente, la aflicción se oye seria. Pedís mi presencia de una manera en que no puedo decir que no, qué va, me conocés demasiado bien y ya me tocabas apenas de oído, ahora ya sabiendo toda la partitura. Accedo en monosílabos y termino la llamada. Apuro mi whisky aguado abandonado en el escritorio, me sirvo uno en las rocas que sorbo mientras me alisto, pero antes despierto a la otra, le digo cualquier cosa y nos echamos un polvo rápido. Me mudo con la ropa que apesta a mí, humo y colonia chaparreada a la carrera. Rondo la moto mientras me fumo el puro que me apagará la nervia, todo me suena mal, me doy cuenta de la fecha, me acaban de pagar y ella lo sabe. Me niego a aceptarlo, ni a vos ni tu novio se les ocurriría joderme. ¿Machete o la escuadra? Agarro la escuadra, hoy me puedo jalar cualquier torta que me vale. Monto y vuelo quince minutos sobre la tajada de asfalto que alumbran los focos, recuerdo las que me has hecho y me da cólera. Tengo que parar, orillo junto a un bar, entro. No más licor, pido soda con limón. Hoy ando pero magnético, pronto una señora algo mayor se me acerca y me busca charla, lo siento señora, anhelo un rato a solas; hubiera sido una de ésas noches y la complazco, le juro.

Te llamo para confirmar si todavía vivías en el mismo cuchitril o habías seguido tu tendencia de nomadismo a causa de deudas. Increíblemente, sí. ¿Está tu novio, el que me iba a romper la cara? No, que ya no, que no sé qué. Ah, bueno. Ya caigo.

Camino a la moto, un gato negro pasa corriendo perseguido por una rata. El presagio es confuso y no me arriesgo a interpretarlo, pero ya voy sabiendo que algo va a pasar hoy. La memoria me atropella de información y me quito un peso de encima al pasar a una tienda de conveniencia (para el dueño, loco) a comprar condones. Con vos nunca se sabe, bien puede ser una revolcada mala como una buena. Me veo en el retrovisor, qué estoy haciendo. Otro bar, voy a durar mi rato en llegar, parece. Soda con limón, mi hermanazo. Tengo cara de trastornado, la gente me ve y se da cuenta, ven el reloj, sí, no hay remedio. Dibujo en la servilleta cuchillos y calaveras, como lo hago usualmente. Rashomon, claro: cuando hay duda no hay como una estrategia directa. Monto y apreto el gas, sin casco, que de poco ayuda cuando uno va rápido, a lo mucho atrasa la agonía y la muerte no es algo a lo que se le deba dar largas, deberían oírme cuando lo digo porque yo ya he estado muerto antes. Llego, desmonto y toco. Me abre una sombra que apenas te refiere por lo difusa, mmmmmm, ¿dónde está el perro? Bueno, voy atrás tuyo. Entro a la casa, encienden la luz y veo el cañón de la 38 frente a la cara y apenas me sorprende. Lo empuña tu novio, dominicano alto y grueso, duro como pegarle a una llanta, costó pero pude. Él no podía evitar sonreír. Vo
s te veía divertida, cómo no ibas a estarlo, uno de tus planes descabellados había surtido efecto, cuaquiera se alegra con un milagro. Me desvalijás sin prisa, me hacés una mala cara irónica al encontrarme el arma. Oh, puta, aún en circunstancias así se me para la verga. Ya lo notaste y no podés evitar reírte. ¡Cómo te hubieras reído con un plomazo en la pata! pienso como si fuera capaz de hacerlo. Con eso contabas y con el hecho de que nunca salgo sin billetera. Ah, el teléfono que acabo de comprar. En fin. La desvalijada termina rápido, tomo asiento y me cubren con cinta y de la gruesa. Me va a tomar un rato.

¿Siempre tenés la misma clave para todo, verdad? ¡Qué bueno!

Pues sí. Te lo digo y no me importa, no me importa esto, ¿vos creés que me duele? Ya sabía que a esto venía y me podés ganar, pero ésa es tu calaña y no podés evitarlo así como yo no puedo evitar el ser tan idiota. Te hubieras dignado a pedirme la plata, que yo te la hubiera dado sólo por magnánimo. Andate y morite, para que le hagás un favor a la humanidad: una chuleadora menos.

—Sos tan dulce. Vos sabés que esto habla muy bien de vos, como ser humano, de tu lado bonito. No tanto de la inteligencia, pero es lo otro lo que importa. Vos que te burlabas de la Biblia y no te calza mejor eso de que él que incrementa su sabiduría incremente su dolor. Tonto. Dulce pero tonto. Nadie es perfecto, ni siquiera vos, no importa lo que pensés. Bueno, beshito.

Si le das un beso a este loser, te pego un tiro.—

—¡Ay, ya, no te pongás de payaso y vamonós!— me besás furtivamente Ahí te dejo las llaves del cuchitril, ahorita llegan los que viven aquí ahora. Si le ponés, poder jalar y nadie se entera o en el peor de los casos, por lo menos no te quedás amarrado mucho rato. Adiós, amor, piensa en mí alguna vez, que aquí te espera la primavera, lala lalala...

La moto, no.—

Relax, darling, que no soy tan mala. Pero la tomamos prestada para llegar al aeropuerto. Porque me voy de este estercolero, amor. Una playa perdida, buena coca, tragos con sombrillitas, genial. Espero no volverte a ver, sólo quiero saber si me has querido, si me has mentido, si piensas...

Es más doloroso de lo que me humillo en aceptar. Las tarjetas, la escuadra, la moto que seguro el dominicano me ve a averiar al menos. Lo demás, insignificante, qué me puede importar si ya estoy muerto... ¡vos fuiste la que me mató!

lujuria de vivir

lo quiero todo

probar
oír
ver
gozar
saber

deseo
miedo
muerte
el volverse loco por alguien
una y otra vez

sexo
estados alterados
lugares que no son éste
más noches
comprobar si la luna de atenas
es mejor que la de corinto
mujeres y sólo sexo
mujeres y sólo amor
amor y sexo
en la oscuridad fugaz
disfrutar el silencio
y los excesos

el camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría

amén

28.12.05

hace un rato

por fin el corazón se me ha hecho pedazos
un corazón de filosa piedra
ha sido por fin erosionado en arena
respiro aliviado
es el primer paso


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el tiempo y yo

tengo tanto que decir
y el día de mi muerte se acerca inclemente
qué breves son sesenta años
que me pueden quedar con suerte
para contar lo que quiero contar
para ver lo que quiero ver
leer lo que quiera leer
y viajar y conocer
desde antes de nacer
ya el tiempo quiere derrotarme
por eso la ceremonia
de la noche y el humo
la marea de palabras
lentas caídas en no siempre cómodas posturas
y voy corriendo
quién persigue a quién
el tiempo y yo
quién dejará al otro atrás
sepámoslo pues

al viejo billy bong

viejo billy bong
a dónde me llevás
tortugas en cortejo
larga rana al sol
barro de colores
moldeado en eclécticas formas
viejo billy bong
anciano ciego de ojos lechosos
repleto de la sal del mar
nada tan común
pueder ser el camino a mejores lugares

viejo billy bong
te he regalado
pero me he regalado a mí mismo
largos viajes nos esperan
mi humeante guía
mi virgilio
pata de lata
ojos de vidrio
repleto de la sal del mar
dame el gancho en vez de mano
arrójame a la tormenta
de suaves y gigantes olas
quiero sentir diferente
gracias
viejo billy bong
por haberte regalado

yendo de la cama al living

extiendo la mano para tocarte
mujer de huesos largos
describo una parábola
como coloreando el aire
con mi carne
mi mano
penetrando el aire
con suma paciencia
como en las noches de llamaradas
entre vos y yo
al cabo de las horas
y los mareas de sudor
extiendo la mano para tocarte
y parece que no llego
tan despacio es
reptando como galaxias
van mis dedos
a estrellarse en tu piel
en el roce alargado
mujer de huesos largos y afilados
de largos dedos
que chupo con fruición
brazos y piernas que se arrollan
en mí y vos gimiendo
armar un rompecabezas largo y arduo
es armar esta caricia
extiendo la mano para tocarte
mujer de huesos largos
mujer mía
pero llegaré
nacen y mueren soles en esta lapso
y bien lo vale
primero te toco
y tal vez un beso luego
quién sabe a dónde iremos a llegar
averigüemoslo

extiendo la mano para tocarte
las dunas mudan con el viento
mi loba feroz
mujer de huesos largos
mi mujer

Año nuevo

Entonces, la conocí. Fue así, en un instante, cuando me informaron de su visita (información que no me concernía) y lo supe desde ahí. Fue verla y confirmarlo. Venía por tres días, tres días escasos, tiempo tan breve no sería suficiente, pero no fue necesario, fue más que suficiente el vernos, para comprender que eso era el fin de nuestras viejas e insatisfechas vidas, resultado de un viaje imprevisto, en la que ella se lanzó a la nada, si saber que hacía, sólo que querías escapar, de vos allá y yo queriendo irme, queriendo caer en una hondonada, irme para nunca volver y me he de ir en vos, ya estoy ido en un viaje sin retorno. He cantado himnos a amores tan menores al tuyo que no sé qué haré para expresar tu existencia, tu carne, el aliento que me inyectas en el pecho. Te sentaste a mi lado, a la par mía, desde que llegaste y te recogimos en el aeropuerto, yo no lo podía creer, tres días no serán suficientes y empecé a hablar y conversamos como si te hubieras ido de al extranjero por negocios un par de días y yo te fuera a recoger, tu esposo, tu compañero. Te tuve que tocar, de algún modo mis manos gravitaban alrededor de tu piel e iban en una lenta pero inevitable caída. La noche fue demasiado rápido, hubo baile, hubo licor y comida frita y cada vez nosotros más enredados; la madrugada vio la escapada de nuestras respectivas y no más tolerables vidas y en estas horas he entendido que si no existe el destino, yo escojo éste porque será el más dulce, hasta el final, iré hasta el final para bien o para mal. Esta noche descubrí que la religión que buscaba era tu cuerpo y esa manera de besar, vi los sucesos que anticiparon este momento y comprendo que los sobrellevé con amplia tolerancia, sabiendo que eran requisitos para poder pararme ante vos. Entiendo la esencia de la vida en tu abrazo, todo se vuelve claro y parece ingrato tanto egoísmo, el que dos seres puedan llegar a esto mientras la mayoría padece. Ahora entendemos lo que ha acontecido, cómo nos ha preparado para esto y nunca me he sentido más aterrorizado de existir pero me lanzo, me arrojo de lleno yendo con vos, camino los incendios y ríos, dónde iremos a parar, con vos yo iré a un sólo lugar que será la tierra que te acogerá a vos primero o a mí, lo cual es lo mismo. ¿Es esto una caída o un despegue? Díficil decirlo, pero para allá vamos.

27.12.05

Credo

Yo, amante de las nuevas experiencias, a pesar de mi edad, puedo decir que he llegado a la conclusión de que no hay mejor experiencia nueva que una mujer.

Canción fantasma del hombre que cayó de las estrellas


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Todas las noches me aniquilo. Mi sueño es una muerte en la que pierdo toda conciencia de mi existencia y cada despertar es como un dificultoso parto, el nacimiento de un insólito ser que sólo vive un día (una noche,) como esas azuladas libélulas producto de voraces larvas. Raya el alba y muero, me deshago en la oscura nada. Allí no existe cosa alguna, nadie, sólo tinieblas de insoportable tibieza. Cuando este nuevo ser despierta, éste tiene la inusitada cualidad de asemejarse asombrosamente, de ser casi idéntico al individuo que se derrumbó en el mismo lugar, a pesar de que ese ser podía tener el aspecto apenas de hombre, pero con cuatro caras y cuatro alas, con piernas rectas y pezuñas como pezuñas de becerro que brillan como bronce bruñido. Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, puede ser que tuviera manos de hombre y puede ser que no caminara, sino que flotara en lenguas de fuego, cabalgando las áridas arenas del tiempo, con las alas extendidas hacia arriba. Así viene y se impacta contra mi lecho, mi lecho como un huevo de incienso y huesos humanos, de águila, toro y león. Este bicho, un artrópodo o casi primate, se alza a un mundo nuevísimo y exrañamente familiar y esta vida es el esfuerzo de numerosísimos seres, todos aportan una pequeña pieza del engranaje de monstruosa maquinaria, engendrada por sí misma como un hombre de las estrellas, aportando vida sacada de la nada, de la crema agria de estrellas para formar momentos, momentos en que se desvaría como un niño suave y loco, bailando entre los trozos del mundo que bailan con él. Todo para el olvido, arrollado por la repetición de muchas vidas y muchas muertes, todas exprimidas por el titánico puño de la realidad y el jugo que resbala de la mano es lo que llamo mi existencia y puedo rugirle al mundo que he vivido.



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Hablemos

A ver, contame una historia, anotala aquí en los márgenes, contame una historia de horror, algo muy secreto, algo que no le contarías a cualquiera, aunque de hecho se lo estés contando a cualquiera. Tal vez una carta, un relato de un largo viaje, físico o mental, a través de bizarras dimensiones encerradas en el palacio del descreimiento; o del abandono de viejos hábitos, viejos vicios como el estudiar ajedrez por las madrugadas, apenas comiendo y respirando. Sería una historia interesante, sí, sin sangre o violencia, algo que no hable de muerte o de amor, de vida o desamor; no sé, cualquier combinación de los anteriores ha sido ya intentado, creo que sería mejor hablar de algo nuevo, de algo que no exista y que esté aún sujeto allá en el plano de las formas, ayudame, traigamonoslo abajo, azotémelo contra el piso, que sea bienvenido en este mundo descarnado.

el sepulturero

adiviná que voy a hacer
vomitar el cáncer negro de tu amor
un largo chorro de bilis negra
humor viscoso y enfermizo
como tu cuerpo
escurriéndose entre mis dedos
tu carne chorreando de mi boca como baba
y todas las palabras
como plumas como navajas
vuelven en tropel
y son arrojadas de un solo escupitajo
tu amor como polvo de vidrio
y toda mi sangre que era tuya

líbrame de tus acechanzas
y las trampas en las que sólo se recuerdan las cosas
buenas
he de tener presentes
todas tus puñaladas
olvidar mis promesas
(tu falta de honor me exime)

quisiera ser libre
de lo que resta de mi amor por vos
de la miseria causada por la ausencia
de tu presencia miserable
sos un matapalo hundido
en mi vida

he de darte la espalda
he de dejarte atrás
óyeme
maldita sorda
que todo ha terminado

la vorágine

antes de vos
ignoraba el miedo
antes de vos
no conocí la dicha
ni la desgraca

era un fugitivo de camas al rojo vivo
que apenas soportaba en la piel
un breve lapso entre sábanas
errante de breves momentos de abismo
sin promesas o lazos o vidrios rotos
sin dientes enterrados en la carne

llegaste vos
fui feliz
tuve miedo
fui miserable
me mataste tantas veces
y de tantas maneras

he sido arrojado
y azotado contra el suelo
me levanto como un ángel
recién caído
entre llamas y roja sangre
ebrio por el funesto hado
apenas caminando con borrachos pasos
tratando de atajar el aire
saliendo a borbotones desde mi pecho
yo
arrojado a borbotones
de nuevo a este lado de la vida

me diste una nueva forma
un nuevo nombre
y una buena historia

24.12.05

el último tajo

siempre has sabido cómo hacerme mierda
esta vez no ha sido la excepción
has largado la estocada al fondo
como de costumbre
hubo veces en que te arrepentiste
esta vez lo dudo

me dejaste con la sensación
de que amarte fue un desperdicio
qué gran victoria
y tu obsequio para mí
las ganas de estar muy solo
furioso de una manera triste
respirando la asfixia de mis cuatro paredes
con una maldición bailando en mis labios

yo te condeno
desgraciada
a andar errante
por el resto de tu vida
y más
me has de buscar en otros
para nunca hallarme

pero me callo
y la dejo ahí bailando
porque aunque vos siempre seás vos
yo siempre seré yo

22.12.05

litio

espina
la espera que no termina

el yunque
el martillo
días insondables

el grito
aire
vacío
el humo el espejo roto los libros de arena

el instrumento de tortura
tu cuerpo
tu ausencia
espuma ácida que sube del pecho a la boca

mentiras
el polvo decrépito
el año llega a su término
lo que ha sido nunca será más

retórica

para qué seguir
si todos los puentes han sido quemados
durante extensas noches tristes
hasta cuándo lanzaré voces al vacío
gritando tu nombre
tratando de resolver lo irresolvible
el final nos impactó como un meteoro
y nada más queda aceptarlo
nada más
nada más díficil

conozco demasiado bien la respuesta
los lamentos inútiles seguirán
los laberintos de palabras
cada noche
cada día
se seguirán armando y desarmando
tratando de deshacer tu ausencia
extendiendo las manos a la nada
hasta el día que se acabe el dolor
el día que por fin muera
lo que nunca pensamos que fuera a morir

Macropornointenso

Para la Maga

Un beso es sólo un beso, por un beso tuyo soy capaz de cualquier hazaña y cualquier iniquidad, un pasar discretísimo de tus labios apenas posando su sombra sobre los míos será un tiro de gracia, la espuma empapada de hiel y vino para un condenado.

Un beso es sólo un beso, amor: escúpeme tu infierno en la boca como una maldición, tu saliva como ácido bajando por mi garganta; cielo, cielo que me llueves miel, un beso tuyo es como un victoria sobre la desgracia y la miseria, el soplo de aire tibio que le devuelve la vida al ahogado.

Un beso, un beso es sólo eso, dámelo sin egoísmo, dame mi muerte que es tu boca, alíviame el dolor de tu lejanía clavándome los dientes en mis comisuras, revientámelos en sangre y bebe de mí, dame el universo que es tu boca enredada en la mía. Bésame, amor, no hay futuro ni pasado ni tiempo, sólo tu boca y la mía y este beso.

21.12.05

leitmotiv

me leés y querés matarte
te doy el arma
me leés y despierto tu deseo
he aquí mi verga
conozco la desesperación
desesperate
la soledad de tu lectura
es la mía de siempre
no hay razones
ni esperanzas
sólo historias
ella
yo
sobre todo yo

clavo las uñas en las paredes
tratando de rasgarlas
me rasgo
y no encuentro la salida

la pelona

devórate el pelo
que sea un escarnio
arráncatelo a manos llenas
metetelo a puñados en la boca
a grandes mordiscos
que se vaya esa inquietud
esa zozobra
que te resbale por el esófago
perezosamente revuelto con baba
todos se darán cuenta
lo cual no deja de ser un alivio

Casualidad

Busqué algo sobre Iggy Pop en esta Biblioteca de Babel e inmediatamente, en la compu sonó The passenger. ¿Cuáles son las probabilidades?

desnudo ante el fuego

quise creer que fui digno que fui propio y que lo di todo no había nada de qué arrepentirme si hice todo lo que pude di todo lo que tenía que dar al fin quedé como tan vacío que no había nada dentro de mí más que ella mas a la vuelta del huracán viendo las ruinas de lo que fue lo nuestro me siento pequeño e inútil lo único que pude ver con los ojos quemados fueron mis propias carencias y errores y vicios y pecados veo todos mis errores contemplo la elevación de mi magno egoísmo del cúmulo enorme de toda mi mierda como ser humano demasiado débil demasiado miedo soy un monstruo que rehúye de los espejos del silencio de las voces en mi cabeza que enumeran todas mis culpas creí ser un hombre soy un engendro diminuto desnudo ante las llamas presto a arrojarse a ellas la carne chamuscada los músculos hechos ceniza lo tuve todo y recibí la felicidad inmerecidamente y he sido castigado por ese robo criminal maldito desprovisto de fuerza son estos venenosos días sin fin y noches que no se acaban cuándo tendré la paz la paz vomitar mis entrañas mi furia volverme al revés desparramarme en el piso ser incinerado machucado entre las ruedas afiladas del tiempo despojado de la memoria del privilegio de ser recordado ojalá hubiera tenido la fuerza el coraje y no las lágrimas la impotencia las manos vacías

desperation is a tender trap

qué fácil es dejarse caer
hacer lo que hace falta
mascar la desesperación
y escupirla como una verdura pasada
qué fácil es echar a correr un día no más
dejarlo todo atrás
la historia
el dolor
el absurdo
echar a correr
y levantarse de algún duro y anónimo lecho
un lance al olvido
dejarlo todo atrás
dejarlo todo atrás

20.12.05

canción de cuna

mátenme del mundo de miseria
de la mala soledad
sensación fatal
la inamovilidad de la voluntad
el veneno del silencio hacia mis palabras
no hay punto
no hay razón
el tiempo lo empeora todo
morir con un largo grito
ser por fin oído
una onda expansiva
que los estremezca
con todo el terror de mi existencia

19.12.05

marina y ulay

fuego calor infierno
vos nosotros yo
después ahora antes
no tal vez no
ha terminado
por todas las maldiciones
todo el fuego sombras y polvo ácido
ha terminado

diosa

dame armagedón
dame apocalipsis
y ragnarök
soy el dios de las habladas
el agujero negro de tu tiempo
lo que quise decir
se lo he dicho a alguien más
queda la duda

me he equivocado
no eras vos
no soy yo
ya soy otro
sos otra
no sé quién
nuestra historia ya es una leyenda
que parece no haber sucedido

nunca amor nunca

nunca amor
el tiempo deshaciéndose como un terrón en la mano
ya no hay futuro para ambos
sólo ausencias y borradores de cartas
gestos inútiles
episodios extraños de confesiones a desconocidos
llamadas de madrugada en las que nadie habla
y apenas respira
asma y canela
leyendas de parafina
me he extirpado tu espina
miento
nunca amor nunca
cruzo los puentes y no me arrojo de ellos
viandas del cielo
humo pesado del incienso
este es el fin
no hay finales que no sean tristes
estoy triste como un puto
un perro
como el hielo en tus ojos
parece que seguiré caminando
yendo a ninguna parte
a dónde iré a parar
si lo supiera
no tendría gracia

Chichero

Yo he estado tan borracho en la calle que no puedo ni hablar ni caminar, me he desparramado contra el piso y no me he destrozado por alguna inexplicable razón; he estrellado contra el piso un poderoso chorro de vómito oloroso a licor y poblado de extrañas partículas amarillas, me he acostado en una parada de buses y he dormitado, la gente me ha visto y me ha tenido lástima, los he oído en su tono conmiserativo; he tratado de aguantar el frío tratando de meterme todo dentro de mi camisa, la camisa y el pantalón manchados de vómito, todo yo oloroso a vómito, con las extrañas partículas colgando de mi barba; me he declarado incompetente de agarrar un bus hasta las cinco de la mañana, he llegado a la casa en una especie de agonía y arrojarme a la cama es como arrojarme de un puente.

Despertar con las entrañas quemadas por el alcohol, con un balazo en la cabeza, naúseas y ganas de arrojarme otra vez, qué putas voy a arrojar: bilis, espuma ácida, trozos de mi carne maloliente; poseedor de la sed del que ha bebido arena, descubro el milagro de haber llegado con zapatos y las cosas que andaba en las bolsas, aunque adiós a la cartuchera militar con las llaves (parece que entré por la ventana,) el hilo dental, el cepillo, la pasta y un par de condones que eran demasiado optimistas.

No vuelvo a beber nunca, o hasta hoy en la noche. Lo que pase primero.

18.12.05

Sábado en la madrugada y en la mañana

Suena el teléfono. Son las tres y cuarenta de la mañana. Veo la pantalla, es un número privado. "Tres personas que conozco tienen número privados: Mi casero, que en este momento ronca a más no poder; el tipo que me vende la mota que no va a estar llamándome a estas horas, ya que nos une una amistad hermosamente superficial. La tercera es ella." Contesto. Nadie habla. Espero. Nada. Conmino a que hablen. No hay respuesta, me parece oír una leve respiración. Le indico que estoy cansado y que quiero dormir y que no puedo estar en esas vagancias. Cuelgo. Vuelve a timbrar. Contesto. Le pido que hable, infructuosamente. Asumo que es ella. Decido leerle algunos de los poemas que me engendró su ausencia:
(...) mas, amore,
a tu boca no la he encontrado
en las otras bocas que he besado.

Le canto tristes canciones de melancolía y esperanzas de retorno: José Domingo, John Lennon, Serrat. Le cuento mi vida en los últimos meses, de cómo me ha hecho falta, de cómo he abandonado la crisálida y empiezo a ver el mundo con los ojos frescos; le miento un poco, adelanto cosas que no han pasado, le pongo la situación en dos platos:


—Hay dos opciones, Schatz: una es que ya nos decidamos a olvidarnos, lo cual no es una opción para mí. Dos, nos dejamos de tanta mierda y nos casamos, empezamos a vivir la vida juntos, que yo lo que quiero es estar con vos y ser feliz y es lo que haré.


Ni una palabra. Me parece oír una leve respiración, le pido que aunque sea respire fuerte y soy complacido. "Un progreso," pienso, aunque no me inspira total entusiasmo. Sigo hablando, le ofrezco disculpas, explicaciones, planes en común, declaro mi egoísmo al decirle que a mí lo único que me interesa es estar con ella y el resto del mundo me vale muy poco. Le ruego que me hable, que me deje oír su voz (lo que más extraño es esa risa que sólo yo podía causar.) Cuelgan. No más, fue todo. Ni una palabra. Tengo un sabor algo dulce en la saliva. Empiezo mi larga rutina de caer dormido.

Al día siguiente, mientras camino al trabajo, pienso. Me intriga quién me llamó, sólo hay una manera de averigüarlo y no puedo evitar sentir aprensión. Suena el telefono, miro la pantalla, diablos, un número vagamente familiar y molesto. Respondo, ya sabía, mi ex-amante la Señora. Le repito por cuarta vez que no me contacte y le corto pese a su petición. Me siento frente a la pantalla y me la paso en automático hasta el almuerzo. No como, llamo a la Señora y le pregunto si ella o el marido tuvieron que ver con la llamada. Me dice que no, devolviéndome la rudeza. La llamo, a Layla y le pregunto luego de un previo y breve rodeo. Me responde:

—No me venga con esa hablada. No me haga perder el tiempo.

Cuelga. Le creo, no fue ella. ¿Quién putas fue el receptáculo de tantas intimidades? El resto del día no despegó hasta la pura noche, gracias a la visita al antro y la birra, la mota y la charla, Trainspotting y fútbol. Sin embargo, aún al teclear esto y antes de Curse of Darkness, me siento manchado por una tristeza inquitable.

17.12.05

Hay días en que camino entre estatuas de sal y el mundo es seco y sucio. Intento un roce y las estatuas se derrumban en un salado rumor, en partículas que vuelan en el débil viento. La sequía me traspasa; un toque, una caricia, una mano enredada en mi pelo, daría lo que hubiera que dar. Veo a la gente y la gente se toca y yo estoy a un millón de años luz aunque esté a la par. Un dedo deslizado por mi brazo, es todo, no pido las uñas suavemente en mi espalda. Esta distancia tan segura y tan larga, este otro tiempo que se niega a transcurrir, a emigrar al pasado; este muro gastado por armarse y derrumbarse tantas veces.

Es dar a un salto al vacío, sujetado por tantas hebras, una distancia tan larga, estirándose como lanzando un golpe, tratando de llegar, casi, casi.

Casi.

maestro

dónde estás
te he buscado toda mi vida
todas mis otras vidas
de antes y de ahora
y no te encuentro
será que no estoy listo
para que se me muestre la senda
el faro que nunca tuve
que siempre busqué
en la tristeza de la tormenta
y la desesperación de la niebla

tal vez nadie pueda guiarme
quizá nunca encuentre el rastro
haré el camino al andar
me he enseñar a mí mismo
he de aprender conmigo
y seré lo que he andado buscando

río

me arrastro furtivamente por las noches
abro la puerta abierta de tu cuarto
recorro entre suspiros tu cuerpo y las sábanas
sábanas noche como la noche alcahueta
eyaculo en tu cara
te riego con mi leche
te froto mi perfume
mi olor
tu sueño tan apacible
intensamente irrompible
podría preñarte y no te darías cuenta
tal vez un dolor en los músculos
una especie de sensación inubicable
el tiempo chorreando por las paredes
engendrador descarado de sueños inútiles

mi amor amargo

qué amargo es nuestro amor
amarte y que me ames
no tenernos
apartados por nuestras propias manos
amarte es amargo porque es inútil
es estéril
y es una carga
schatz
la cadena de un ancla amarrada al cuello
y arrojada al mar
al mar donde no hay futuro
donde ya no hay esperanza

15.12.05

mi amor amargo

qué amargo es tu amor
qué dulce es la pena que me causas
nada más hermoso y difícil
que amarte
con amargura
nada más grande ni más triste

este amor amargo que no muere
mata
los amores que matan
nunca se acaban
un nexo así
entre nosotros
es una lástima desperdiciarlo
no me gusta el desperdicio
schatz
mi gran y triste amore

Las letras fantasmas

Me siento pesado, el mundo como un insoportable plano que lo aplana todo, estoy acostado hundiéndome en la negra tierra que ya antes se tragó a los que estuvieron antes que yo.

No me muevo. Sólo me hundo, uno con el polvo, con la tierra negra de chiclosos terrones, antes carnes, antes astros. Me derrito lentamente como un cadáver perezoso que se licúa en fluidos viles que penetran el suelo y engendran vida con su moco de podredumbre.

No hablo, no emito sonidos, respiro por mientras, pronto lo dejaré de hacer. Puedo ver todavía, los ojos como gelatinas ámbar que apenas soportan la luz. Esta quietud me demuele, los movimientos ya eran como órbitas lentas y de un inmesurable peso, mover un dedo es como mover una galaxia; es el sueño o la muerte que me rodea con el infatigable abrazo como incontables hebras de manila gruesa enterradas en mi carne que deja de ser, pronto no habrá luz sino la oscuridad palpitante: muy suave, muy despacio una horda de calmas, de desmayos, toda la fuerza me ha sido robada, mi única fuerza es mi peso, mi gravedad que me entierra en la tierra negra, seré verde, seré una mata o maleza o algún árbol perezoso y lento, un alma que dormita en profundos miasmas, con los ojos muy abiertos...

Soy el asceta y soy un adicto

He bebío toa la tarrde, llevo dos días sin bañarme y estoy pegajoso como un cerdo, enciendo mi treintavo cigarro del día, día en que he tratado de juntar las voluntades de mis músculos para levantarme de este sillón de terciopelo, se siente tan bien entre los dedos y la raja del culo, tengo que orinar los remanentes espesos de todo el Chivas que he bebido de desayuno acumulado durante horas.

Orino, finalmente levantado y la extensión de la sesión me pone al borde del orgasmo. Regreso a comer algo de carne picada por otro por ahí, con cebollas y chile dulce, qué bueno con tortillas. Pongo a sonar algo y recuerdo los buenos polvos que me he echado con Inmigrant song de fondo. En el fregadero me cepillo los dientes y utilizo el hilo, escupo el enjague bucal. El agua helada es lo que necesito aunque debí quitarme la ropa, no importa, algo habrá tirado por ahí, lo único es un pantalón y una leva de tirantes, qué sabroso un quickie a esta hora, descalzo, qué madre, encontré unas chanclas, así se va, me enrolo un rapipuro y apuro un Chivas más, triple, sin hielo, para qué andar con rodeos. La quemo y jalo a mi hembra, la afino, la matizo, cómo quisiera estar en Puerto Viejo, mediodía, toda la mañana el agua salada y ahora aplastado en una hamaca en la sombra fresca, brisa del mar, pollo en salsa blanca con hongos, tomando cerveza. Mi hembra está caliente, me llama y salgo y soy bienvenido a gritos, gritan mi nombre, me planto y la luz sobre mí, sacudiéndome de la oscuridad y rompe el llanto de mi hembra, triste y fuerte, la hago llorar y la haré gozar, como allá en la plaza, mi hembra seca de madera dura sacándole notas al atardecer, los días son largos y vida es buena.

el viaje sin retorno

como si hubiera muerto
he iniciado un viaje sin retorno
un viaje sin fin
o con un fin demasiado conocido
por el fuego me he elevado
a la zona de las estrellas
de mis viajes por la cosmopista
devorador de bytes
urdidor de larguísimos y truncados manuscritos de vacío y energía

este espacio es tan vacío sin vos
pero a la vez tan calmo
estas paredes se me han hecho pequeñas
de estarlas viendo
han habido noches en he sufrido la abstinencia de tus besos
la maldita ansiedad de separación
el larguísimo duelo
diría
quisiera decir
que te empezado a olvidar
aún así después de un rato uno empieza a recordar sólo lo bueno
ya como que te has ido borrando
el tiempo devorador no perdona a nadie
tifón blasfemo
y me he descubierto
no añorándote
pensándote lejos y bien
ya como que te has ido borrando
sea éste el registro de mi dolor por el olvido
que parece he de olvidar
y de las lágrimas que he derramado al urdirlo
gracias a la marihuana y a la voz de bunbury

12.12.05

el sucio retorno

hoy rompo el silencio
de un tajo rasgo el velo de las dimensiones
me interno en los infiernos del verdor
de los troncos decadentes
mi voz es un aullido
corro con el pecho muy cerca de la tierra
para mí ya no hay látigos o garrotes
ya no tengo la pata amarrada a una estaca
y vos madre
ya no podés hacerme daño

8.12.05

/*-+

sigo en la misma nota de los riñones y los timpeos perdidos qué lastima que se terminó el festival de hoy carne molida carne moloida que irán ase r de ti lejos de casa, nena que va a se r de ti no me digan albhaca ni romero que yo soy pura borraja, que rico orgégano con leche le bota a uno todasl leas flemas, que rica la nata el guadulce en ttazas de lata mloiendo el arros he de morir un anueurisa mejor un balazo he perdido el sentido ants pero nunca como ahpr las navamas indestructibles el recuerdo dde un beso, mataría po reso, sí señor , la memoria de un beso miel y mostaza perdí el hilo mamá mamá no me vayas a pegar no más, bueno, otra vez, un copo con dos leches eso sí que es buendo, hallarme en el desierto de durtas rayas en el suelo, hechas con un palo, un colibrí, un mono, un astrnauta, marina, luz marina es un nombre tan hermosso, robame el aire, gopleame hast ppuedar exhaustos la sangre corriendo cavando líneas en el piso el duro piso forjado en fuego, he soltado la línea pero no lo van a creer el irme en un buque una noche para nunc afvolver nunca tener una casa otra vez, cuál casa, el cuarto, siempre ha sido un cuarto, un pequeño cuarito caliente y lo entregaría por siempre por recorrer el mundo, su solo recuero me será suficiente yo quiero terminar allá arriba, no tener que vagar en la muerte años para ser recordado

llamada #645

entraré en vos
como conquistador
en tierra ya antes conquistada
reconquistada
vuelta a conquistar
te reclamo por mi derecho
de antes haber surcado estas bárbaras tierras
haber paseado mi estandarte
a todo lo largo y ancho
aquí
allí
de toda esa magnífica carne
esos montes esas honduras
esa carne oscura
cicatrices y geoglifos
ya antes fuimos uno del otro
eso sólo pasa una vez
y nunca se acaba

adiós

empezamos desde distancias tan lejanas
y durante el viaje nos fuimos acercando
hasta casi rozarnos
ahí fue cuando nos dijimos adiós

una larga caminata
por un desierto
de fantasmas peligros nosotros mismos
llegamos a ser el otro
maduramos hasta podrirnos
casi pudimos darnos un beso
pero sólo fue un susurro

adiós

7.12.05

Binario

Cero. Uno. Arranco los brazos, uno a uno y tiro las piernas y queda un torso que se arroja al colchón agotado por una noche de humo, de letras unas detrás de otras, de bizarras historias halladas en las profundidades de la Red de Redes, ahora soy un lagarto aplanado bajo el sol de una mañana imposiblemente caliente, pero bajo la sombra es como una caverna helada; un lagarto hermoso de verde brillante y rojo brillante, largo, muy largo con una cola larga de punta azulada, qué pereza, mi sangre fría se calienta, qué rico, tengo hambre y pronto he de comer y aquí llega un quebrantahuesos y me levanta en el aire, sus uñas largas y afiladas clavadas en mi abdomen, adentro muy adentro en mis entrañas tibias. Tal vez el Guerrero del Incienso, un guerrero no hecho de carne sino de ceniza de incienso: volátil, restregador de historias en las paredes de las peñas y los sueños de los hombres, mis palabras en la boca de la humanidad, cerca, muy cerca compartiendo mi saliva con la mía, saliva seca hecha de ceniza de incienso, de ambiente sacro y pesado, no es un movimiento sino un reptar... el Rey de los Perros, vaya título, vaya honor, el rey mestizo de sangre ardiente y fornicador, gourmet de lo mejor de la basura (me arden las puntas de los dedos, transpiran palabras venidas de la divinidad, de Zacatudo, al fin reconozco tu cara, dios esquivo) y hallaré al dios esquivo, que me ha rondado secreto desde niño y hasta ahora lo he encontrado y me volveré perezoso como un genio malcriado, siempre he sido perezoso. Las letras son tiradas por mis sesos hasta el teclado y rebotan en la pantalla y regresan a mis sesos a través de los cristales de mis anteojos y mis ojos gelatinosos. Hoy aprendí a tirar un golpe, yo soy un guerrero claro, siempre lo he sido pero he sido refrenado, un elefante amarrado a una pequeña estaca, era cuestión de jalarla con la pata, ya no me detiene, ya no puede hacerme daño, ya ella no me hacer más daño, madre, madre de la negra tierra, de la leche abundante que mana, la batalla contra la oscuridad más ingrata. Soy el Inmortal, el Lagarto Herido, el Súbdito de Zacatudo, el Guerrero del Incienso, Elefante desamarrado, también a veces, Quebrantahuesos y ríos de cerveza, como en el paraíso si existiera. Uno. Cero.

Lo digo yo

lo he aceptado

seré inmortal
seré grandioso
venerado
recordado
respetado
envidiado
llegaré a ser leyenda

será porque lo quiero
y lo he escogido

Chocolate

ámame otra vez
déjate vencer
cara a mí
ámame otra vez
porque me sigues amando
te he de tener de vuelta
porque quiero
y ahí ya nada me detiene
tu boca
tu boca es la que quiero
y no otra
nunca más
siempre
ésta es nuestra historia
un amor como la muerte
inevitable

6.12.05

Apuntes

Jesucristo trabajando de gigoló. Se despertaría a las cinco de la tarde, desayunaría vodka y prozac. Se alistaría en un largo ritual fetichista de sacrificio, de humillación. Llegaría al bar, los preparativos. Sale a bailar, énfasis en los movimientos obscenos, su perfección de inmortalidad; la gente perdiendo el juicio por esa cadera, ese flanco fibroso, la lujuria se condensa en el aire. Un privado tal vez, con todo el roce y la desnudez que se requiera, más tarde, se iría con una clienta, o a veces, con un cliente, porque Jesuscristo nos vino a salvar a todos, no sólo a los sadomasoquistas como él con los que se acuesta en esas largas sesiones imitadoras del Gólgota, ¿o no? ¡Qué clase de polvo sería! Y de a gratis, que la salvación no cuesta nada.

El robot del amanecer (ERDA:) El inicia un viaje, busca a su creador (EL Inventor, duh) para averigüar cuál es su propósito y su nombre. Lo maravilloso de esta obra es que ERDA no tiene un propósito, fue creado para ser, para heredar la Tierra y multiplicarse, con total libertad, que es lo que siempre se les negó a los robots. La elección del destino es de ERDA, le fue dado un nivel operativo de conocimiento y lo demás lo averiguará él solo; su nombre resulta ser el que él escogió. La humanidad está prácticamente extinta, los únicos sobrevivientes son estériles. El mundo es un vasto desierto, la blancura es insoportable. Un encuentro: previo al Inventor (que es el final, más bien el final es el instante previo a conocer al Inventor) conoce al "robot Asimov" uno que funcionaba con las tres leyes de la robótica y que al acabarse los humanos se vuelve obsoleto, sin propósito para existir y decayendo tan lenta pero seguramente como su batería nuclear.

Robar lo más que se pueda al El acercamiento a Almotásim. ERDA conoce otros seres, pocos humanos, mutantes, animales, tal vez extraterrestres, otros robots.

La marcha de las valquirias

De entre todas tus flores
señor
escogí a una de tus hijas
qué mujer más dura
mi dios tuerto
pero nada más hermoso

Cuál era el nombre

sos la suma de tantas cosas que ambicionaba
te amo tanto no sabés cuanto
vos me volvés loco
te quiero pero no sabés cuánto te quiero
cuánto te quiero

(A alguien robo, quisiera saber a quién)

5.12.05

Hoy comulgué

qué se necesita para el retorno
me he levantado de las cenizas
y andado alto como un hombre
dispuesto a hacer lo que hace falta
matar a quien haya que matar
ser el ejecutor
de las palabras y las imágenes
qué se necesita para el retorno
schatz
está tan claro que duele
ojalá se escurrieran unos meses
y estarte viendo
y contarte lo que ha pasado
porque nunca has dejado de pasarme
me han inundado nuestros buenos recuerdos
y hacer lo que tengo que hacer
es como armar un rompecabezas fácil
qué se necesita para el retorno
qué traerá el futuro
estoy más viejo y más contento
ando mi senda
y te he de traer a mi lado
es lo natural y lo destinado
y lo que escojo
la vida con vos será más
y seré un guerrero
de ardientes hazañas
arduos rigores
y grata memoria

schatz
qué se necesita para el retorno
amor mi más grande amor
qué se necesita para el retorno

4.12.05

Desde el Infierno

Es una lucha que siempre pierdo

Conozco uno a uno los pasos
llega y no me asusta
porque sé exactamente lo que ha de pasar

Es la flema y los mocos
primero
la opresión crece
y llega el momento en que lo acepto
llega el dolor en el esternón
la asfixia incompleta
el aire se me acaba
hasta que voy donde siempre voy
siempre tarde
pareciera que lo disfruto

Es mi cuerpo contra mí mismo
mi pecho mis pulmones mi garganta mi nariz mi boca mi aire
trato de combatir
(los dientes apretados la mirada fija mi voz callada)
de razonarla hasta acabarla
mas es inútil
todas las veces lucho y todas las veces pierdo
puedo vencer cualquier cosa menos esto

El cuarto se estrecha
y es un infierno
los gruesos volúmenes como apilados en mi pecho
me doy cuenta del polvo
del encierro
y el aire viciado
son tres días
tres días de infierno
no es vida
no es muerte
es el umbral
que un día cruzaré
esta vez no
sólo pago el precio de poder verlo

3.12.05

Lista dos, igual, con pétalos en la primera línea

pétalos secos
chorros de ceniza
aceites y tallos
recuerdo un olor
pero tu nombre lo he olvidado

Lista

Dame pétalos
sin gotas de agua,
dame asfixia
e indolencia casera,
un vaso roto,
una cobija ligera
ojos negros
y mi alma ajena.

Probemos esto

layla
te dejo ir
te devuelvo la libertad
dejo ir tu alma
Un pacto sin retorno
un tiro de gracia
un decente punto final

es dejarte ir a un barranco
negarte lo que nunca te entregaron
es arrojar el ancla en alta mar
creer en probabilidades
y tal vez en milagros

no vuelvas
no vuelvas por favor
unos miles de metros
suenan apropiados
dejar que el tiempo
moldee tu recuerdo
hasta que gane las batallas
en las conversaciones
y sea declarado
el mejor recuerdo

Cruz de rosas secas

Bing, bang, bum, estamos en el cine al que viene todo el mundo de vez en cuando y todo el mundo se masturba mutuamente, una larga sesión de mínimo hora y media. Se sale como ebrio, se fatigan las calles, tal vez cantando; acercándome irremediablemente a mi hogar con doña e hijos. ¿Dónde se ha ido el tiempo? ¿Hace cuánto yo andaba todavía el pelo largo y la ropa que me ponía? Siempre ponía el pecho, algo fofo pero plantado: con este tipo no se juega. Tal vez llegaría a ser probado, pruebas no siempre superadas por mí. Pero últimamente estaba plantado ante la doña, el suegro y los hermanos. A los tres los mandé a comer mierda y resultó efectivo, hubo más malestar en un lado y el otro y el tercero sólo mantuvo un respetuoso silencio. Necesito una profesión más emocionante: robacarros. Son los nuevos rebeldes, los nuevos piratas, qué ganas de un fresco de piña y una orgía de plasticina, mandármela por el culo, qué madre, sólo mi doña se apunta pero únicamente cuando anda de extrema calentura, leáse muerte de obisbo. Nada le gana a una estrechez resbalosa, sea ésta producto de gel lubricante, cremita o ultimadamente cuecha; es algo digno de un rey, aunque el rey la solicite raras veces no debería decírsele que no.

La tiré en un rincón del patio, la tapé lo mejor que pude, inevitablemente empezarán a llegar los moscones verdes y el olor brotaría como el bambú, pronto ese rincón será un géiser de podredumbre alrededor de un puño de gusanos y yo que agarré la maña de pasar las tardes en el patio, tratando de armar una rutina de decadencia, oliendo a la muerta, sientiendo el vacío moral, la desazón, por qué me siento culpable, este maldito olor y la pala allá, ¡qué sal! Mis hijos se desaparecieron, los oí gritar para luego guardar absoluto silencio. Aún hay comida, algo de ron. Esta porquería de cable siempre sucio, nunca se pudo resolver esta incomodidad. Hace tanto frío, renuncio al baño, puede que el agua me atraviese, me borre de las páginas en las que soy escrito, me corroa de la existencia, una imitación de vida. La vida es sueño y los sueños, sueños son: un sueño más, cuál es la realidad, dónde está el límite, no deberían dejar que uno se lo brinque. Estar loco a veces le salva a uno la vida.

2.12.05

El verdugo

Por fin,
logré matar a la maldita rata.
Sabía que este día llegaría.

Matar a un ser vivo,
te deja sin energía,
desarmado;
tomás agua
y te sabe a sangre.
Me he quedado ausente,
ajeno, cansado.

Perdón, hermana.
Espero que podás perdonarme.

Sexo con un dios falso

Después de miles de pasos,
lo encontré.
Me preguntó:
¿Qué quieres?

Busco poder (le dije,)
busco respeto,
busco respuestas.
¿Será posible encontrar la felicidad allí
donde antes se ha tenido y perdido?

Me siento viejo
y el mundo es viejo,
pienso en el tiempo perdido,
en todo lo que pude ser
y no soy;
en lo diferente que podría ser,
en lo diferente que soy.
El camino que escogí es rudo
como todos los caminos,
¿a dónde iré a parar?

El incienso me quemaba los ojos,
lejanos cantos me postraron.
Vino hacia mí,
desnudo;
empecé a llorar
y a murmurar:
Sálvame, Borges.
Sálvame.

1.12.05

Abaddón, rey de los escorpiones

1978: Caigo a la Tierra.

1982: Me rompo la frente en un accidente de velocípedo. La cicatriz aún es visible.

1983: Mi padre me lleva a las pozas. Vuelvo ocasionalmente a ellas.

1984: Primera tragedia en mi vida: Ingreso al sistema educativo.

1985: Mi padre me da a leer El corsario negro. Mis tíos gringos me regalan una colección de comics de grandes clásicos de la literatura del siglo XIX.

1986: Pierdo mi uniforme de taekwondo en el bus. Mi padre me da escoger dos opciones; cobardemente escojo la primera.

1987: Termino mi relación con el catolicismo al hacer mi primera comunión.

1991: Mis padres se divorcian. Me enamoro perdidamente por primera vez. Aprendo a masturbarme.

1999: Me gradúo de la escuela de cocina. Trabajo un par de meses y nunca más.

2001: Abandono la universidad. Siguen dos años de oscuridad.

2003: Entro a la escuela de teatro. Conozco a Layla e iniciamos nuestra historia de felicidad y desesperación.

2004: Empiezo a fumar mota regularmente. No me gradúo. Ambos hechos no están relacionados.

2005: Inicio un blog y lo mato a los nueve meses. Asumo mi destino literario. Confronto a mi madre. Al cabo de 27 años, me paro firme sobre la tierra y empiezo a caminar.